"Es
difícil ser profeta en tu tierra", dice Marina Silva al explicar su
derrota electoral de 2010 en su estado natal de Acre, el próximo domingo tiene
todo a favor para ganar en región de la Amazonía brasileña, una cuestión de
orgullo para la candidata ecologista a la Presidencia.
Marina
Silva perdió en Acre en 2010, cuando disputó la Presidencia por el Partido Verde
(PV), pero en la actualidad, a mando del Partido Socialista Brasileño (PSB) en
sus manos, lidera con amplia ventaja las encuestas de intención de voto en el
estado. En el mapa nacional, los sondeos le atribuyen grandes posibilidades de
disputar una segunda vuelta frente a la aspirante a la reelección, Dilma
Rousseff, favorita en las encuestas.
En los
pasados comicios, Silva obtuvo en Acre el 23,55 % de los votos, por detrás del
entonces candidato socialdemócrata José Serra (52,12 %) y de la presidenta
Dilma Rousseff (23,92 %), mientras que en todo el país sumó el 19,33 %, que la
dejó en tercer lugar. Ahora, en su segundo intento por gobernar el país, la
situación en su tierra es diferente y las últimas encuestas dicen que domina
esta pobre región con cerca del 50 % de la intención de voto, lo que indica que
todavía puede ser profeta en su tierra aunque, a nivel nacional, Rousseff
aparece como favorita para ser reelegida.
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